Sicofante Bustamante,
ya sé de cierto, de hoy más,
cuál en un echao p’alante
y cuál un echao p’atrás.
“Sobre Bustos no hay disputas”,
dice un famoso refrán,
y tú, dócil, ejecutas
lo que manda el capitán.
Cuando el obedecimiento
te compele a ejecutar
a tu propio regimiento,
pues pelillos a la mar.
Las flechas de vuestra aljaba
te hacen Salomón, y a él
la hemosa reina de Saba,
la reina de Sabadel.
Si alguna vez tu Dalila,
te traiciona, buen Sansón,
y te trasquila o depila
el ya apurado melón,
colócate una peluca,
cabezota de adoquín,
y de la frente a la nuca
serás como un puerco espín.
Entonces sigue el ejemplo
y déjate de pamplinas:
hunde las bases del templo,
reduce el pueblo a ruinas.
Una vez los filisteos
te hayan hecho el arrumaco
de los votos y trofeos,
que a todos les den por saco.